La Autora

Esta recopilación participa en el Reto anual: 12 meses 12 Relatos 2020 [Master] organizado por De aquí y de allá by TanitBenNajash

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Su nombre era Donatella y lo odiaba, la única forma de acortarlo era Don y eso le hacía creer a la gente que tenía dos décadas más que era hombre y uno blanco, no podían estar más equivocados. Ella no eligió ser autora de nada, simplemente contó una historia que tuvo la desgracia de ver.

Donatella era famosa por un libro que escribió hace unos años, una novela de como una mujer va perdiendo la razón poco a poco para terminar ahogada en un lago. Hace mucho tiempo le dejó de importar las historias desde que ella descubrió que se convirtió en una, y no era una muy animada.

Maldecía sus ojos siempre que podía por todas las cosas que había visto, algunas las había escrito otras vivían en una retorcida parte de su memoria que no quería visitar. Donatella era muy seria y nunca le gustó interactuar con las demás personas, lo peor que le pudo pasar fue que se hiciera famosa prefería tratar con personas lo menos posible pero ahora estaba bajo la luz de los reflectores.

La invitaban a todo tipo de entrevistas estúpidas, reporteros tomando fotos

 «¿Qué no lo ven? Eso es real, horrible ¿Por qué quieren leerlo?» les repetía en voz alta, luego se resignó a únicamente decirlo en su mente, pero al parecer ese era justo su atractivo. No lo entendía y nunca lo entendió.

Deseaba tanto no estar ahí, contestando las preguntas que le hacían una y otra vez sobre aquella horrible desgracia que se le ocurrió describir en papel, que todos tomaban por ficción cuando nunca lo fue. Maldecía al universo demasiadas veces al día.

 Alguna vez leyó en un libro de hotel sobre la posibilidad de desaparecer de este plano físico una especie de transformación para seguir aquí sin ser ella, tenía sentido porque para Donatella esa era la muerte, cambiar de forma.

Sin embargo, ella sabía mejor que nadie que lo que dejaba en este mundo eran versiones de ella en la mente de distintas personas, no quería ser la versión de alguien más, quería ser su propia versión y ahí fue, en ese momento que comprendió lo que tenía que hacer.

 Investigó en muchos lugares, bibliotecas, escuelas encontrando respuestas ocultas en libros que olvidaban en las bancas o en los que todos ven en la sala de espera de los hospitales.

Efectivamente era una especie de magia negra que podía percibir entre líneas aparentemente te daba lo que necesitabas para cambiar de forma y era tan sencillo.

Parte del éxito de los hechizos es la fe, pero requiere un poco de ayuda, para desgracia de esta historia no se usó ningún material tan extraño, eran plantas que se encuentran de forma natural y que venden en los mercados al parecer todo era natural.

Este ritual era diferente comparado con otros de los que había leído, no sabía con exactitud cuál sería su transformación, pero esto no le tenía muy preocupada, si moría en este acto lo haría con gusto.

Tomó su cuaderno favorito, una pluma fuente, tomo el polvo producto de las plantas molidas y lo esparció en el cabello, se comió un poco, el sabor era amargo, por un momento sintió miedo, pensó en parar, pero no lo hizo.

Empezó a escribir en su libreta “Mi nombre es Donatella, yo…” terminó la oración, pero no había nada fuera de lo habitual, decidió proseguir porque no sabía que tan efectivos eran los hechizos ni cómo funcionaba la magia. En el tercer párrafo comenzó a sentir un hormigueo en los pies, los movía para evitarlo hasta que se le ocurrió ver debajo de la mesa y ya no podía ver su extremidad, como si hubiera sido borrarla con la goma de un lápiz.

Hace mucho que una sonrisa tan sincera se asomó en sus labios, siguió describiéndose en el cuaderno, en la habitación solo se escuchaba la pluma sobre el papel y entre más rápido escribía su imagen se iba debilitando, se estaba deshaciendo a letras, en cada frase que ponía, ella lo sabía esa era la única forma de regresar al universo, se convirtió en una historia y se escribió hasta la última letra, sin opiniones ajenas, solo las de ella.

Ahí quedo en un hermoso cuaderno sobre una mesa de madera, regresó a las mismas historias que alguna vez la salvaron. Donatella y el universo estaban a mano.